10 cosas que TODOS extrañamos
del colegio. La #4 te invito a que
la comentes
mejores etapas de la vida de todo ser humano, es sin duda alguna,
la secundaria. Esta hermosa “época de oro” es la que nos dejo las
experiencias de vida más encantadoras y sencillamente inolvidables
¿Cómo olvidar esos momentos en los que nos sentíamos los seres
más incomprendidos del planeta? Así mismo, fue aquí en donde
viviste las mejores aventuras y los peores momentos, las chicas
comenzaban a romperte el corazón, conociste a tus mejores amigos,
quizá te pusieron tu primer golpiza, aquí experimentaste los castigos
más severos, tu primer beso, etc.
de por vida, por ello aquí te presentamos las 10 cosas que TODOS
extrañamos de esta etapa:
1. Chismógrafos
Si no hiciste uno, sencillamente NO tuviste adolescencia.
Estos clásicos cuestionarios eran básicos en todas las secundarias,
desde las típicas preguntas generales para “conocer” tus intereses,
hasta lo verdaderamente importante, saber el nombre del chico o chica
que te gustaba, del que te caía mal y la hoja libre, que a decir verdad,
era lo único de lo que te interesaba enterarte de toda esa enorme libreta.
Más de una parejita se formo gracias a estos chismografos y también
gracias a este cuestionario pudiste contemplar las mejores peleas a la
salida de clases.
Desde las típicas declaraciones de amor, corazoncitos de
“Amigos por siempre”, hasta los mensajitos menos delicados
como “Zorras las de 3-A” y “P@%# el que lo lea”, los baños de la
secundaria son un verdadero diario al cual,día a día cientos de
alumnos se encargan de alimentar; “Lucia y Pedro”, “Ángel es mío”,
“Nos vemos en el infierno”, “Las de 1-E están bien buenas”, etc.
Son tan solo unos de los mensajitos anónimos que podíamos
encontrar en nuestros queridos baños.
La adolescencia es sin duda alguna, una de las etapas del ser
humano en el que sencillamente tus emociones están a flor de
piel y tus hormonas trabajan al máximo, por lo que TODOS
estábamos vueltos locos. Llevar material para adultos (revistas)
que generalmente eran robadas de nuestras casas (propiedad de
nuestros padres o hermanos) para compartirlas e intercambiarlas
con los amigos era una de las mejores cosas en las que podíamos
aprovechar las horas libres, recesos o incluso, esas famosas
“tardes de chicos”, en las que algunos terminaban con la ropa un poco
mojada.
La secundaria es el lugar en donde nuestro espíritu de crueldad
comenzó a agudizarse y si estabas pensando en negarlo, basta
con que recuerdes los terribles apodos con los que seguramente
bautizaste a tus profesores. Estos pobres seres humanos fueron
nuestra primera víctima de “Bullying” y a ellos nadie los defendía.
Nuestro lugar era sencillamente algo sagrado, por lo cual evidentemente
necesitábamos ponerle nuestro toque personal y que mejor que rayar
la paleta de este con tiernos mensajitos o frases que lo identificaran
como de nuestra propiedad. Nadie podía ganárnoslo o definitivamente
conocerían la parte obscura que vive en nosotros.
No precisamente por lo que aprendías en ellos, sino por las aventura
que viviste dentro de estos. Desde la vez que casi mueres
electrocutado por colocar mal los cables de tu experimento,
la ocasión en la que el vestido que cosiste te quedo como blusa
o el día en que descompusiste la computadora o sumadora y
fingiste demencia, en fin, fue aquí cuando descubriste que quizá
esas actividades no eran tu mejor talento.
¿Quién no utilizo un acordeón para pasar ese estresante examen final?
Indudablemente una de las experiencias más fuertes de la secundaria.
Aquellos que no experimentaron la adrenalina de que te cacharan
en pleno examen con el acordeón, definitivamente no deberían
haber aprobado la secundaria, ya que se perdieron de una de las
mejores experiencias. Desde las respuestas compartidas en el
borrador, los papelitos ocultos en las mangas del suéter escolar
o las respuestas escritas en las piernas, sentir la sensación de
peligro cada vez que el profesor pasaba al lado tuyo, sencillamente
es algo que no tiene precio. Fue aquí en donde descubrimos el verdadero
arte de copiar.
Aunque definitivamente no tienen nada que ver con las fiestas
que se viven el día de hoy, las tardeadas de las secundaria eran
lo máximo y ni que decir de la música que nos caracterizaba
y que actualmente ni de chiste la gente volvería escuchar.
Más de uno fue aquí donde experimento su primer beso!.
Estas eran de una de las cosas más emocionantes y en las que
TODA la secundaria se reunía para ver. Generalmente todas las
peleas eran anunciadas unas horas antes, por los que a la salida
todos corrían para ganar el mejor lugar y aunque las había de hombres
y mujeres, estas últimas eran las mejores y más cuando el motivo
era algún chico, ya que allí si se daban con todo.
10. Rayar la ropa con dedicatorias
Aunque esto solo lo vivimos una vez, es definitivamente algo que
no podríamos olvidar y que TODOS extrañamos. Rayar las playeras
o camisas escolares con las firmas de nuestros amigos o mensajes
de despedida, fue una de las experiencias más tristes y emotivas,
ya que fue en ese momento cuando descubrimos que habíamos
crecido y que quizá nunca más nos volveríamos a ver
(aunque todos juraran lo contrario).
Y compártelo con tus amigos en tus Redes Sociales !
Me ayudas mucho si lo haces.
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