Cómo coger apuntes en clase

¿No sabes cómo seguir el ritmo de las clases? ¿Te parece que tu profesor habla muy rápido? Aprende a tomar notas y sácale el mayor provecho a la universidad



La llegada a la universidad supone un gran paso para todos los alumnos. En estas clases no verás a profesores pasando lista (en la mayor parte de los casos) ni mandando deberes. Por supuesto que tampoco dictarán los temarios como en el instituto.

Ahora ya eres lo suficientemente mayor y responsable como para saber qué tienes que estudiar. Los profesores en la universidad, aunque siempre hay excepciones, enseñan sus materias a través de charlas magistrales. Será tu trabajo como estudiante saber extraer los puntos más importantes de cada lección.

Coger apuntes favorece la capacidad de atención y concentración de los alumnos. También mejorará tu rapidez, ya que tendrás que escuchar, pensar y escribir al mismo tiempo.
¿No te ves capaz? Tranquilo, no eres el único. Sigue esta lista de consejos para coger apuntes y sacar las mejores notas de la clase:



  1. Redacta a lápiz si no quieres pasar tus apuntes a limpio. Si escribes con bolígrafo, intenta no hacer muchos tachones y mantener una ortografía adecuada.
  2. No te extiendas demasiado. Coge la esencia del concepto y plásmalo en una frase sencilla y precisa.
  3. Mantén el orden en los folios, numerándolos y dejando espacios entre enunciados. Así será más fácil estudiar con ellos cuando se acerque el examen.
  4. Si no entiendes alguna palabra, escríbela y deja un espacio para después buscar su definición en el diccionario. Si no entiendes apartados concretos, pon una interrogación y consúltalos con el profesor al final de la lección o en el turno de preguntas.
  5. Crea un índice con abreviaturas y símbolos que vayas a utilizar durante todo el curso. Podrás ganar mucho tiempo.
  6. ¿Te has perdido? No molestes a tus compañeros, pues lo único que conseguirás es que ellos también se desconcentren. Pon un signo de interrogación y pregunta al final de la clase.

Estos apuntes no servirán de nada si los guardas en una carpeta hasta la semana antes del examen. Cuando llegues a casa, trabaja con ellos. Intenta completarlos con ideas que se hayan extraviado, haz resúmenes y modifica todos los errores que hayas podido cometer. ¿Son ilegibles? Pues pásalos a limpio añadiendo información extra que puedas obtener en casa.

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